Muchas veces cuando lo que creiamos la mayor de las desgracias del mundo se cernia sobre nuestra cabeza, pasado el tiempo hemos visto que se ha troncado en la mayor de las bendiciones, y esque es cuestión solo de esperar y mirar atrás, de saber mirar atrás. Como el que va caminando por la calle en una dirección le llamas por su nombre y se gira para ver todo el camino que ha dejado atrás y entiende el porque de todo lo que ha pasado...

Agragecimientos: A Roberto por corregir algunos de mis fallos al instante y por ser un seguidor del blog
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